Antes del desplome en la Línea 12, el Metro no sabía sobre alguna señal de peligro.
Florencia Serranía, directora del Sistema de Transporte Colectivo, informó que un estudio de 2019 sobre el comportamiento estructural y geotécnico del viaducto elevado de la Línea no arrojó riesgos para la operación.
Además, la empresa francesa TSO, que desde 2016 da mantenimiento a las instalaciones fijas de la L12, tampoco reportó peligro alguno. La revisión más reciente a la parte elevada fue en junio de 2020, luego de un sismo y por protocolo, detalló.