El contexto general del país es el peor en muchas décadas y no es necesario insistir mucho en lo que hemos vivido durante este año: pandemia descontrolada; debacle económica, mayor pobreza y desigualdad, una polarización social alentada desde el podio presidencial e inseguridad y violencia en los niveles más elevados. Y como las fechas del calendario le tienen muy sin cuidado a los procesos sociales, económicos y políticos, nada de eso desaparecerá pronto. El único problema es que en junio habrá elecciones.